Sobre el título de Portada
El Imperio no es una superproducción cinematográfica de Hollywood; ni mucho menos una serie basada en historias de romanos. El Imperio es una realidad cotidiana para los pueblos del tercer mundo en el hemisferio sur; y, cada vez más, para los pobres del hemisferio norte. Pero a pesar de su formidable y gigantesco poder militar, el Imperio, es invisible. Sólo se hace evidente cuando los colonizados cruzan el umbral de la libertad imaginaria; sólo allí entonces aparece en toda su dimensión.
Si la humanidad le sobrevive, pasará a la historia por haber sido el primer imperio que instiló en sus súbditos la ilusión de soberanía; éstos, siendo dueños de su destino, ¿para qué querrían sacudirse de yugo alguno?
En el escribir, como en otras cosas, no hay libertad, sin el ejercicio doloroso de la rebeldía. En estas tierras de Sudamérica, lo han sabido siempre, los Indios Libres y los Negros Cimarrones, ambos Orejanos, —ganado humano—, algunos marcados, sí; pero siempre fuera del redil.
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Martha Landa Mariscal
Twitter Alejandro Lira
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